El Mundial de fútbol, que este año se celebrará en Catar, ya ha sido utilizado como señuelo para propagar campañas de phishing y spam, de acuerdo con investigaciones de algunas firmas de ciberseguridad globales, y esto no es casualidad.
Lo anterior se debe a que el Mundial de fútbol llama la atención de mucha gente y los incentiva a realizar compras relacionadas con ese torneo. Los países latinoamericanos figuran entre los más motivados por comprar, tan es así que algunos de la región figuran entre los que mayor cantidad de boletos adquirieron para el certamen. Además, es un evento que en su última edición tuvo una audiencia de 3,572 millones de personas en todo el mundo.
Es por eso que los ciberdelincuentes han optado por enviar desde ofertas comerciales falsas y promociones de productos relacionados con el Mundial, hasta sorteos apócrifos con motivo del torneo.
Incluso el álbum de estampas del Mundial, lanzado por la empresa italiana Panini, fue objeto de sorteos falsos en los que se invitaba a participar para ganar sobres con calcomanías. La empresa tuvo incluso que pronunciarse ante el hecho, pidiendo a la gente no dejarse engañar.
Lo peligroso de todas estas campañas maliciosas radica en que el evento, por sí mismo, atrae la atención de muchas personas, lo que incrementa la posibilidad de que los usuarios den clic a URLs infectadas que pueden propagar amenazas en los sistemas completos de toda una organización.
¿Quiénes ‘jugarán’ contra esas amenazas en el mundial?
Es necesario que las empresas, tal y como las federaciones de fútbol eligen a los mejores futbolistas para el mundial, seleccionen muy bien a quienes estarán encargados de su seguridad cibernética.
Para defenderse de los ataques de los criminales cibernéticos, qué mejor estrategia que pensar tal y como lo harían ellos y anticiparse a cualquier ‘jugada’ que pudieran implementar.
Para ello, Strike recomienda acudir a los llamados hackers éticos. Se trata de expertos en tecnología y ciberseguridad que cuentan con las mismas herramientas y habilidades que un hacker malicioso, pero con la buena intención de proteger y prevenir ciberataques. En Strike, se les denomina Strikers.
Sus habilidades les permiten detectar vulnerabilidades y posibles ‘puertas de entrada’ para las ciberamenazas más comunes, así como puntos débiles por los cuales las compañías podrían ser víctimas de ransomware u otros ataques.
“Igual que al mundial solo van los mejores; los hackers éticos, a los que denominamos Strikers, son reclutados bajo un esquema exigente de calidad y background check, lo que nos permite tener un equipo de profesionales altamente certificados en diversos campos, desde inteligencia artificial, blockchain, crypto, e-commerce, healthtech y fintech. Esto permite poner a disposición de las empresas un ‘dream team’ que cuenta con experiencias y métodos muy variados para atender a todo tipo de compañías”, explica Javier Bernardo, Head of Strikers de Strike.
Así como el certamen se conforma de equipos con jugadores de diversas regiones del planeta, los Strikers son una comunidad de expertos de todo el mundo que comparten el propósito de brindar mayor acceso a ciberseguridad de calidad a todo tipo de compañías.
Hoy en día, las empresas deben acudir a hackers éticos no como un lujo, sino como una necesidad para reducir la incidencia de ciberataques y crear un entorno seguro, poniendo a prueba sus vulnerabilidades para encontrar lo que está mal y la forma de solucionarlo.
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